María MontezCuando para la mayoría de los dominicanos Hollywood era un lugar tan lejano como imposible, esta joven logro no solo introducirse en él sino deslumbrar a todos con su impresionante belleza caribeña y su talento en la actuación.

María África Gracia Vidal de Santos Silas, es el nombre con el que fue declarada la primera dominicana en figurar como actriz en la más grande de las industrias cinematográficas del mundo, aunque fue con el nombre de María Montéz por el que es reconocida por todos.

Esta diva quisqueyana nace el 6 de junio de 1912 en la ciudad de Barahona, dentro de una familia pudiente que le facilitó el sueño de ir a la ciudad de Nueva York  a probar suerte cuando contaba con solo 23 años. Dada su impactante belleza y su afición a la moda se inclina precisamente por esta área laboral obteniendo empleo sin complicaciones.

Poco tiempo después fue contratada por los estudios Universal a finales de los 40 para participar como actriz en sus producciones, de inmediato se hizo necesario la adquisición de un nombre artístico más comercial y fácil de recordar que el propio.

La artista eligió mantener su primer nombre y cambiar su apellido por el de una bailarina llamada Lola Montéz.

Es en 1941 cuando aparece por primera vez en la pantalla grande en una película de ciencia ficción titulada ¨La Mujer Invisible¨ (1940), a esta producción le sucedió ¨Las Mil y una Noches¨ (1942), ¨La Salvaje Blanca¨ (1944) , ¨La Reina de Cobra¨ (1944), ¨Sudan¨ (1945), entre otras más donde Montez resaltaba por la belleza exorbitante de la que era dueña, a esta característica se debió el apelativo de ¨Ciclón Caribeño¨.

Otro nombre por el que es reconocida es el de ¨La Reina del Technicolor¨, debido a que la mayoría de las películas en las que participo fueron grabadas con una técnica de fotografía coloristas que sirvió de antesala a lo que seria el cine a color.

Durante su corta existencia estuvo casada en dos ocasiones, primero con el norteamericano William McFeeters con quien estuvo por cinco años y luego con el actor francés Jean Pierre Aumont con quien procreó una hija, que luego se convertiría en actriz siguiendo los pasos de sus padres.

Con tan solo 39 años María fallece de manera repentina tras sufrir un ataque al corazón y ahogarse en su bañera, sin embargo, quedo inmortalizada en la historia del cine Hollywoodense así como en  su natal Republica Dominicana, nación de la que fue embajadora con su talento durante toda su carrera artística.