Fresas: Una Sabrosa Fruta con Propiedades Nutricionales

La fresa es una de las frutas que se vincula a la sensualidad, al lujo y la elegancia, además de ser uno de los sabores más populares en los pequeños y grandes, en dulces y helados.
Este es uno de los pocos alimentos que es popular y a la vez beneficioso para la salud, con nutrientes y compuestos orgánicos como la vitamina C, que tiene acción desinfectante y alcalinizadora en la orina, el ácido salicílico, que tiene acción antiinflamatoria y anticoagulante.
La fibra que contiene esta fruta mejora el tránsito intestinal, por lo que es recomendada para quienes sufran problemas de estreñimiento.
El 85% de su composición es agua y su aporte calórico se reduce a 37 calorías. En menores cantidades, también contiene vitaminas A, E, B1, B2, B3 y B6. En cuanto a los minerales, las fresas aportan potasio, magnesio, yodo, fósforo y calcio.
Al ser ricas en agua, poseen propiedades diuréticas, por lo que se les recomienda a quienes deseen perder peso o tengan tendencia a retener líquidos su consumo.
Solamente se les advierte cuidado con el consumo de fresas a quienes tienden a sufrir alergias con las aspirinas por el contenido de ácido acetilsalicílico que tienen ambos.
La temporada de fresas inicia en marzo y finaliza en julio, por lo que se recomienda aprovechar esta época del año, donde además tienen muy buenos precios. Cómpralas en los mercados de agricultores o en las granjas de fresas, ya que las posibilidades de obtenerlas de buena calidad son mejores en estos lugares que en los supermercados.
Como cualquier otro producto fresco, las fresas deben limpiarse cuidadosamente antes de consumirlas, ya que pueden contaminarse con bacterias dañinas. Además, las fresas son uno de los alimentos que contienen la mayor cantidad de pesticidas.
Dado que las fresas frescas solo están disponibles durante un corto período, aprender a congelarlas y almacenarlas adecuadamente te permite disfrutarlas durante todo el año. Hay una variedad de formas de almacenar fresas, dependiendo de si desea almacenarlas durante unos días o unos meses.
Conozca los beneficios de las fresas aquí.
¿Cómo Comprar las Mejores Fresas?
Elige fresas de un rojo intenso y brillante hasta la punta. Las fresas no maduran después de la recolección, por lo que las puntas pálidas o con mucho blanco indican un sabor débil.
Revisa las hojas y el tallo. Las fresas frescas tienen hojas de un verde vibrante que se ven tersas, no marchitas. El tallo debe estar bien adherido.
No asumas que cuanto más grande, mejor. Las fresas más pequeñas o medianas suelen ser más dulces y sabrosas.
Examina la textura. Elige fresas firmes y carnosas. Evite las fresas que se vean blandas, tengan partes blandas o suelten jugo; se echan a perder rápidamente.
Revise el envase. Las cajas en buen estado se ven limpias y secas. Examine si hay moho (pelusa blanca o gris) y manchas de jugo (señal de fresas aplastadas o demasiado maduras).
Si puede, huela las fresas. Las fresas maduras huelen dulce y fragante. Poco o ningún aroma suele significar un sabor insípido.
Opta por las fresas locales o de temporada, ya que son más dulces y aromáticas y menos dañadas en el transporte.
Planea consumirlas rápidamente. Las fresas se echan a perder rápido. Si no las vas a consumir en un par de días, elige fresas más firmes o congélalas inmediatamente.
Preparar las Fresas para Comer
Enjuaga las fresas con agua corriente cuando estés listo para comerlas. Asegurarte de que cada una esté limpia y libre de la mayor cantidad posible de tierra.
Seca bien las fresas después de lavarlas. Cuanta más humedad absorban las fresas, más blanda será la textura. Déjalas escurrir en un colador o colócalas sobre una toalla de papel para que absorban el exceso de agua.
Quita el tallo a las fresas con un cuchillo justo antes de comerlas.