La cera, las navajas y las cremas depilatorias quedaron atrás para quienes quieren deshacerse de por vida del molestoso vello en partes específicas del cuerpo. Por asuntos de estética o pura comodidad, la tendencia ha abierto las ventanas de un nuevo concepto de depilación que ha conquistado el deseo de muchas mujeres y de paso ha llamado la atención de los hombres. Se trata del depilado láser, un método, que a diferencia de los tradicionales promete resultados definitivos.

Sin embargo, los especialistas insisten en señalar que si no lo realizan profesionales formados y experimentados, conlleva algunos riesgos de los que es importante informarse antes de dar el paso.

En principio, el mayor riesgo del láser es la quemadura leve, de primer grado y también los cambios de color de la piel, es decir, pueden aparecer manchas oscuras o claras, hiper o hipopigmentación.

Más allá de estos posibles efectos secundarios, se han registrado algunas reacciones extremas provocadas por algún producto anestésico que utilizan algunos pacientes para aliviar las molestias de la depilación.

La eficacia y los riesgos del depilado dependen de la zona tratada. Por ejemplo, la facial siempre es más delicada, por ser más visible y recibir una exposición solar casi constante.

También hay zonas en las que el paciente nota más molestias, como en la zona anterior de la pierna o en las ingles, en las que algunas veces es conveniente usar intensidades menores.

Otro de los riesgos del láser se conoce como efecto paradójico, que aparece con cierta frecuencia en la depilación de la cara de las mujeres. En ocasiones, su uso estimula el crecimiento de pelo nuevo en la zona contigua. Por eso, el láser en la cara sólo se aconseja cuando el pelo es claramente visible y negro.

Para una correcta depilación y evitar los anteriores riesgos, además de las quemaduras y los cambios de coloración de la piel, los especialistas apuestan por que el láser médico lo manejen sólo profesionales médicos.