Rivalidad entre HermanosMientras estás determinanda qué acción disciplinaria debes tomar cuando tus niños no siguen las reglas o se comportan mal, puede ser útil examinar las probables razones para el mal comportamiento.

Quieren llamar la atención. El mal comportamiento es a menudo un gran manera de conseguir atención. Los niños quieren atención, incluso si se trata de atención negativa. Recompensa la conducta positiva es una de las mejores maneras de lidiar con el comportamiento de búsqueda de atención.

Están copiando el comportamiento de otros. Los niños aprenden cómo comportarse observando a otros. Es importante limitar lo que los niños están expuestos. Controla lo que sus niños ven en la televisión, videojuegos y lugares en la web.

Están probando tus límites. Cuando usted ha establecido reglas, los niños a menudo quieren ver si va en serio, poniendo a prueba tus límites para descubrir lo que serán las consecuencias cuando rompen las reglas. Es importante establecer límites claros y disponer consecuencias negativas cada vez que rompen una regla, resultando que los niños serán menos propensos a seguir rompiendo las reglas.

Quieren la independencia. Los niños a menudo rompen las reglas y se comportan desafiante con el intento de afirmar su independencia. Ellos necesitan disciplina y orientación, ya que no están listos como ellos piensan.

No pueden controlar sus emociones. A veces los niños no tienen idea de qué hacer con sus sentimientos. Ellos deben aprender maneras saludables para cómo lidiar con sus sentimientos para evitar que se porta mal.

Carecen de habilidades sociales. A veces, los problemas de comportamiento se deriva de la falta de habilidades sociales. Use la disciplina para enseñarle nuevas habilidades que le ayudarán a manejar su comportamiento. Muéstrale alternativas a la mala conducta para que pueda aprender de sus errores.

Quieren poder y control. A veces el comportamiento desafiante resulta cuando un niño intenta recuperar el control. Una forma de evitar una lucha de poder es el de ofrecer a un niño dos opciones con el objetivo de darle algo de control sobre la situación.


¿Cómo Responder al Mal Comportamiento?

Cuando los niños se portan mal, el objetivo no es castigarlos severamente, sino enseñarles. La disciplina debe guiarlos hacia mejores decisiones, no solo hacerlos sentir mal.

Mantén la calma aunque estés frustrado. Los niños aprenden de cómo reaccionamos. Si estás demasiado enojado, tómate un momento para pensar antes de responder.

Comprende el comportamiento:  ¿El niño está cansado, hambriento, abrumado o busca atención?

Establece consecuencias claras y consistentes. Usa los tiempos fuera con prudencia, ya que pueden dar a los niños espacio para calmarse, no para sentirse avergonzados.

Refuerza el comportamiento positivo. Sorpréndelos portándose bien.  Las recompensas pueden fomentar el buen comportamiento.

Habla después.  Cuando se calmen, habla sobre lo que sucedió.


Técnicas de Castigo Inadecuadas

Castigo Físico (ej., azotes, bofetadas): Enseña a los niños que golpear es una forma de resolver problemas. Puede dañar la confianza y aumentar la agresión o la ansiedad. A menudo no cambia el comportamiento a largo plazo, simplemente lo detiene en el momento.

Gritar o Avergonzar: Puede reducir la autoestima del niño y hacerlo sentir «mal» en lugar de ayudarlo a aprender un mejor comportamiento. Los niños pueden empezar a ignorarlo o simplemente temer que los descubran, sin entender por qué el comportamiento fue incorrecto.

Castigo Inconsistente: Si las reglas o las consecuencias cambian según el estado de ánimo, los niños no saben qué esperar. Les enseña a traspasar los límites para probar qué pueden hacer con la suya.

Humillación Pública: Denunciar el mal comportamiento delante de otros puede causar vergüenza y resentimiento. Los niños aprenden mejor en conversaciones privadas, donde se sienten seguros.

Retirar el Amor o la Atención: Hace que el amor parezca condicional. Puede generar problemas de apego a largo plazo e inseguridad.

Consecuencias Excesivamente Severas o Excesivas: Hace que el castigo parezca injusto. Los niños pueden desistir de intentar mejorar porque se sienten desesperanzados.