Con una superficie de 1374 kilómetros cuadrados, el Parque Nacional Jaragua de la provincia Pedernales es la zona de mayor biodiversidad de las Antillas, y es un destino idoneo para los amantes de la aventura y la naturaleza.

En estas tierras los dominicanos tienen un verdadero tesoro, pues no solo el atractivo de la naturaleza exótica que exhibe la hace especial, sino también las particulares características de la zona.

Espacios que poseen las condiciones ideales para la existencia de especies endémicas como las iguanas rinoceronte (Cyclura cornuta) y de Ricord (Cyclura ricordi), ambas en peligro de extinción. En su totalidad, la fauna de este parque esta constituido por 130 especies de aves de las cuales 76 son residentes, 10 endémicas y 47 migratorias.

Entre la variedad de hábitats que tiene este Parque Nacional, se encuentra un número de lagunas, como la de Oviedo, Salado Bucán, Bucán de Base, Laguna Salada, La Rabiza, Manuel Matos, Puerto en Medio, entre otros.

El nombre de Jaragua procede de los indígenas taínos, para quienes la zona era parte del Cacicazgo de Xaraguá. Es la única parte protegida de la antigua formación geológica conocida como Paleoisla del Sur, una de las dos que se unieron para formar la actual isla de La Hispaniola, entre 20.000 y 30.000 años atrás.

Por esta razón también es uno de los pocos lugares del país en el que quedan vestigios de la cultura aborigen; Allí pueden apreciarse en un número considerable de cuevas que guardan en su interior pictografías, petroglifos y vasijas.

No fue hasta 1983 cuando fue declarada como Parque Nacional, reconociendo de esta manera la importancia ecológica e histórica que posee.

Desde noviembre de 2002 es uno de los tres núcleos de la reserva de la biosfera designada por la Unesco, junto con los parques Lago Enriquillo y Sierra de Bahoruco.

Otros Parques Nacionales de la República Dominicana:

Parque Nacional de Montecristi. Localizado al noroeste de la República Dominicana, se caracteriza por ser una de las regiones más secas de la isla. Además de sus lagunas costeras, playas y manglares, se encuentra el Morro de Montecristi, una meseta imponente que es el símbolo de la provincia, y el Cayo Siete Hermanos, uno de los principales destinos para la observación de aves en el Caribe.

Parque Nacional Isabel de Torres. Uno de los parque nacionales más pequeños de la República Dominicana (15 kilómetros cuadrados), está ubicado al suroeste de San Felipe de Puerto Plata. Después de un recorrido en el primero e único funicular del territorio dominicano, se encuentra el Corcovado de Puerto Plata, una hermosa replica del Cristo de Corcovado de Río de Janeiro.