La culebra corredora de la Hispaniola (Haitiophis anomalus) o hispaniolan brown racer es una de las serpientes más grandes de la familia Dipsadinea (serpientes pequeñas a moderadas de las Américas incluyendo las Indias Occidentales).

Es una serpiente endémica de la República Dominicana y Haití e habita en áreas abiertas en los bosques en tierras bajas y secas. Son consideradas inexplicablemente raras debido a su escasez y pocos encuentros con individuos. La mayoría de encuentros han sido registrados en la parte suroeste de la República Dominicana como el Valle de Neiba y áreas circundantes.

Los adultos de esta especie pueden alcanzar una longitud máxima de dos metros. Presentan un dorso predominantemente marrón sin patrón mientras el vientre es de color crema.

Son depredadores diurnos muy activos que pasan mucho o todo el tiempo en el suelo. Se alimentan de pequeños vertebrados como ranas y lagartos, y algunos pueden consumir pequeños mamiferos y aves.

Como muchas serpientes, si son acorraladas o acercadas demasiado presentan varios comportamientos defensivos como aplanando las vértebras de la cabeza («capucha»).

La culebra corredora es ovípara, capaz de poner unos 22 huevos.

Son amenazadas por la destrucción de su hábitat, la depredación por mangostas y gatos salvajes, y la persecución por parte de los seres humanos.