Cómo Dejar de Prestar DineroTe ha pasado que sales a comer con tus amigos y terminas tú pagando la cuenta, o que ante una situación de falta de dinero de alguno de ellos, es a ti a quien te lo piden, pero casi nunca te lo devuelven… esto es muy común, y aquí te decimos como solucionar esa situación y no ser más un banco para tus amigos.

Si sales a cenar con tus amigos, son 4, pero a la hora de la cena no te puedes contener y terminas pagando la cuenta tu para que los demás te paguen después, pero ese día nunca llega o llega semanas después. Pues el problema eres tú, que has creado un clima de confianza inadecuado para ti, pero bueno para tus amigos. Quizás lo que sucede es que no te gusta decir que no tienes dinero y te gusta dar la impresión de tenerlo todo bajo control, pero esta actitud no te va a llevar a ningún lado.

Es difícil hablar de dinero con los amigos, pero ante situaciones como esta lo justo no es dejar de salir con ellos, sino establecer desde que lleguen al sitio que casa quien va a pagar lo suyo o que se dividirán la cuenta en partes iguales, aunque esta última parte tampoco es recomendable porque el que consuma menos tendrá que pagar mas por los otros y el que consuma más pagará menos que lo que le toca.

Lo ideal es que cada quien pague lo suyo y así se conserva la amistad y se evitan problemas. Es muy frecuente que amigos se alejen por problemas de este tipo, ya sea porque uno sienta que se están aprovechando de su bondad o porque el otro sienta que le están cobrando de mala manera.

Otra cosa es la presión social, que te lleva a gastar de más sin poder. Por eso es importante que si sales con amigos les aclares que no puedes gastar más allá de tu presupuesto y que tu vas a pagar lo tuyo aparte. O que busquen opciones económicas como bares o restaurantes que ofrecen Happy Hours, muy comunes en Santo Domingo.

Prestamos “Amigables”

Tus amigos te consideran su prestamista personal, pero esto en vez de hacerte gracia te desagrada, sobre todo cuanto no te pagan o duran mucho tiempo para hacerlo. Esta situación también es tu responsabilidad porque quizás no sabes decir que no o porque te conmueves por los problemas de tus amigos.

Si quieres vencer esta situación hay algunas preguntas que debes hacerte. ¿Cuántas veces le has pedido prestado a tus amigos? ¿Necesitas el dinero que estas prestando? ¿Se lo vas a prestar para que no piense que no tienes o que eres tacaño/a? Si respondiste nunca a la primera pregunta y si a las dos últimas entonces es señal de que no estás en condiciones de hacer prestamos.

La próxima vez que consideres prestar dinero a alguno de tus amigos piénsalo dos veces y si de todas maneras decides hacerlo puedes hacer un papelito donde tu amigo firme, puede ser en una servilleta o donde quieras, lo importante es que se cree un compromiso y que tu no vuelvas a salir perjudicado/a.