¿Tu Hijo es Víctima del Ciberacoso? Sigue estos Consejos.
El ciberacoso o el acoso cibernético es el mal uso de los medios de información digitales para molestar o atacar a una persona o un grupo. Esto incluye amenazas y mensajes sexuales no deseadas que pueden causar baja autoestima, depresión, frustración e inclinación al suicidio.
Con el aumento del uso de la tecnología de la comunicación, el ciberacoso se ha convertido cada vez más común, especialmente entre los adolescentes. La conciencia sobre este tipo de acoso también ha aumentado, debido en gran parte por casos de victimas que se han suicidado.
Algunas organizaciones y escuelas han iniciado programas y campañas que luchan contra el acoso cibernético, aconsejando a victimas y reportar estos delitos a las autoridades.
Según estadísticas recientes, uno de cada tres adolescentes han sido víctimas de ciberacoso. Si su hijo o hija ha sido el receptor de este tipo de atque, hay algunas medidas específicas que debe tomar para discutir el tema con él o ella y prevenir futuros ataques de pueden tener un impacto profundo en su vida.
Esté atento a las señales. El ciberacoso puede ser bastante embarazoso, y a menudo los jóvenes se niegan a revelarlo. Los expertos sugieren que los padres estén atentos de signos como bajas calificaciones, baja autoestima, estrés o negandose a asistir a la escuela o actividades sociales.
Comunicación. Los padres deben sentarse con su hijo o hija y hablar de la experiencia. Preguntale: cómo se siente, qué cree que causó el ataque, sabe quién lo hizo y sí quere tomar represalias. Es importante mostrarle a su hijo que se siente mal por la situación y que no fue su culpa. Es importante trabajar con él o élla para que puede aceptar y poner en práctica estrategias para tratar el tema.
Documentación. Debes imprimir las páginas de redes sociales, correos electrónicos o mensajes de texto que pueden ser útiles para las autoridades en una investigación.
Bloquear el agresor. Debes bloquear el agresor de la lista de teléfonos, las páginas de correo electrónico y las redes sociales de tu hijo o hija. Como los niños a menudo comparten sus contraseñas con amigos, debes cambiar todas las contraseñas y tomar algunas precauciones para prevenir futuros ataques. Llame a tu proveedor de servicio telefonico para ver si tienen disponibles herramientas para regular el uso del teléfono de tu hijo o hija.
Ayuda de la escuela. El acoso cibernético puede involucrar personas en la escuela, y debes notificar a las autoridades escolares de este problema. A menudo pueden bloquear el acceso a Internet en la escuela para minimizar la frecuencia de los ataques. También pueden vigilar por otros casos de violaciónes y tomar las medidas apropiadas.
Casos Notables de Ciberacoso
Estos trágicos casos ponen de relieve el impacto devastador que el ciberacoso puede tener en las personas. Ha impulsado movimientos y cambios legales para crear entornos en línea más seguros y fomentar un mayor apoyo a las víctimas.
Megan Meier (2006): Megan Meier era una niña de 13 años de Missouri que sufrió ciberacoso a través de un perfil falso en línea creado por la madre de una de sus amigas. La mujer, haciéndose pasar por un adolescente, se hizo amiga de Megan en línea, pero luego le envió mensajes crueles. Megan, devastada por los mensajes, se quitó la vida. Este caso provocó cambios en las leyes sobre ciberacoso y acoso en línea en EEUU.
Tyler Clementi (2010): Tyler Clementi, un estudiante universitario de 18 años de la Universidad de Rutgers, fue grabado en secreto por su compañero de cuarto y otro estudiante durante un encuentro íntimo. El video se difundió en línea, lo que le causó una profunda angustia emocional. El ciberacoso que enfrentó, sumado a la invasión de su privacidad, lo impulsó a quitarse la vida. Su muerte impulsó el debate nacional sobre el ciberacoso, la privacidad y las consecuencias de las acciones en línea.
Amanda Todd (2012): Amanda Todd, una niña canadiense de 15 años, sufrió ciberacoso después de que se compartiera en línea una imagen explícita suya. Fue objeto de burlas y acoso en redes sociales, lo que la llevó a publicar un video en YouTube donde explicaba su sufrimiento. Sin embargo, el acoso continuó y Amanda se quitó la vida trágicamente. Su historia concientizó sobre los peligros del sexting, la explotación en línea y el impacto a largo plazo del ciberacoso.
Rebecca Sedwick (2013): Rebecca Sedwick, una niña de 12 años de Florida, sufrió incesante acoso cibernético por parte de sus compañeros de clase en redes sociales durante meses. El acoso se intensificó hasta el punto de que Rebecca fue insultada con apodos como «fea» e «inútil». Finalmente, se quitó la vida tras sentirse abrumada por el acoso en línea. En este caso, dos chicas fueron acusadas de acoso agravado en relación con la muerte de Rebecca.
Harley French (2013): Harley French, un chico de 15 años del Reino Unido, sufrió acoso cibernético durante meses por parte de sus compañeros de clase, quienes lo criticaron por su apariencia y sexualidad. El acoso afectó gravemente la salud mental de Harley y, tras varios intentos de buscar ayuda, se quitó la vida trágicamente. Su caso impulsó a su familia a hacer campaña para una mayor concienciación sobre los efectos dañinos del ciberacoso y una mejor protección para los jóvenes en línea.