Con un área de 265 kilómetros cuadrados y situado a 44 metros bajo el nivel del mar, el Lago Enriquillo es el lago más grande del Caribe. Debido a la importancia de proteger la inmensa biodiversidad y riqueza histórica en esta región, se creó en 1974 el Parque Nacional Lago Enriquillo – Isla Cabrito. Una de las diversas especies que habitan en el Lago Enriquillo es el cocodrilo americano (Crocodylus acutus).

Cocodrilo AmericanoEl cocodrilo americano, el más grande de las cuatro especies de cocodrilos en el continente americano, habita en áreas costeras o pantanos de agua salada desde Brasil hasta el sur de la Florida, y algunas islas del Caribe.

Los adultos tienen un promedio de 8 a 12 pies de longitud y un peso de hasta 800 libras, mientras algunos especímenes grandes pueden sobrepasar los 18 pies y pesar hasta 2000 libras.

Pueden nadar hasta 30 kilómetros por hora, y pueden permanecer sumergidos hasta dos horas.

Estos cocodrilos se alimentan principalmente de pequeños mamiferos, aves, peces y crustáceos. De vez en cuando pueden atacar grandes mamíferos como ciervos y animales domésticos.

Pueden pasar largos periodos de tiempo sin comer.

La temporada de apareamiento del cocodrilo americano ocurre a finales de otoño o principios de invierno. Durante las ceremonias de apareamiento, los machos emiten sonidos de baja frecuencia para atraer a las hembras.

Cocodrilo AmericanoEn los meses de febrero y marzo, las hembras de esta especie construyen nidos de arena, barro y vegetación muerta a lo largo de la orilla del agua. Pueden poner un promedio de 38 huevos.

Esta especie es normalmente tímida, pero pueden presentar un peligro para humanos si se le presenta la oportunidad.

Debido a la cacería indiscriminada de su piel, la contaminación y la pérdida de hábitat para el desarrollo agrícola y el incremento de zonas pobladas, el cocodrilo americano es una especie amenazada.

En algunos países, las poblaciones de cocodrilos han mejorado y se mantienen estables debido al desarrollo de criaderos de cocodrilos en cautiverio para la reintroducción y repoblación de esta especie en áreas protegidas. Proyectos de protección del hábitat, inspecciones regulares a las poblaciones salvajes y la propaganda de educación ambiental también ayudan a asegurar la supervivencia continua del cocodrilo americano.