Dicen que el estado perfecto de ánimo es estar enamorado, y la vida en pareja se convierte en un fin y meta para la mayoría de los seres humanos, sin embargo, mantenerse en pareja y feliz, se convierte en un reto diario.

Ciertas dificultades son las desafiantes que otras y llevan la relación de un simple desacuerdo a una crisis de pareja, que si no se encuentra la forma de manejarla adecuadamente puede convertirse en el fin.

Aunque cada pareja tiene su dinámica única, las causas que determinan una crisis de pareja suelen ser casi siempre las mismas.

¿Qué causa una crisis de pareja?

Gustos muy diferentes, alguien muy opuesto a nosotros puede fascinarnos en el momento de conocerlo y en los primero tiempos de la relación, pero ya luego que va bajando la pasión las diferencias se hacen presente, las ideas encontradas causan discusiones y disgustos recurrentes.

La rutina es una bomba de tiempo para las relaciones, esta se encarga en producir cansancio y debilitar los sentimientos por la pareja, apaga la pasión y el interés por el otro.

Distanciamiento, el mismo día a día va separando a las parejas, cada quien se concentra en su mundo, se olvida de compartirlo con el otro, de incluir a la pareja, creando una distancia muy peligrosa para la relación.

Una infidelidad, si a uno de los miembros de la pareja le comienza a interesar otra persona y establece una relación con esta, se convierte en un serio problema, muy difícil de superar en una relación.

Desacuerdos importantes, si la pareja no logra coincidir en la forma en la cual criar a los hijos, llevar las finanzas o aspectos laborales, siempre existirá un motivo para mantener un malestar.