Melena-SanaEl pelo es el marco del rostro. Un día de cabello desastroso puede arruinar el humor de cualquier mujer o en el caso contrario, arreglarle el día y el ánimo a cualquiera. Basta con una melena bonita para salvar un atuendo.

Sin embargo, víctimas de la prisa, del calor constante y el abuso de los químicos en el salón, echamos al olvido que el cuidado del cabello debe ser continuo, planificado y sobre todo, con productos adecuados a cada tipo de pelo.

Por eso, John Frieda, estilista y experto mundial en cuidado del cabello, aprovecha la llegada del nuevo año para incluir en la lista de propósitos, la recuperación del cabello con la ayuda de una guía que marca la pauta mes por mes para cuidar y recuperar la melena maltratada:

En enero: Después los días de fiesta, plancha, secadores y peinados para grandes eventos, tenemos que cuidar un poquito nuestro cabello. Lo mejor es aplicar un sérum para volver a sacar todo el brillo del cabello y evitar el encrespamiento.

En febrero: El frío invierno hace que la piel se reseque, y el cuero cabelludo se estrese. Para remediarlo hay que aplicar un champú especial, con masajes en movimientos circulares en el cuero cabelludo, que active la circulación. Una buena idea es aplicar una mascarilla como la de Frizz-Ease.

En marzo: Hay que soltar la melena a la primavera. Si lo que queremos es volumen, después de meses con gorros y aplastamientos, los productos que ofrecen volumen al pelo ayudan a este cambio de ‘look’.

En abril:
Como no parará de llover, puedes aprovechar el momento para apostar por un efecto mojado. Puedes conseguirlo gracias al sérum antiencrespamiento de Frizz-Ease.

En mayo: Con los primeros rayos de sol hay que empezar a tratar el cabello para que vaya cogiendo buen color.

En junio: Los expertos recomiendan cortar el pelo tres veces al año para sanear y evitar que sufrir cortes drásticos. La entrada del verano es una buena ocasión para hacerlo.

En julio: El sol es uno de los mayores enemigos para el pelo. Necesitas una regeneración profunda en este mes, por lo que un champú hidratante es el que mejor se adapta al cabello.

En agosto: El agua caliente y el calor actúan sobre las cutículas, levantándolas y dejando que se escape el color. El consejo para este mes vacacional es lavarse el cabello con agua un poco más fría y utilizar productos de protección térmica.

En septiembre: Es un mes en el que, normalmente, se cae más el cabello y se rompe. Hay que cepillarlo de forma muy suave, preferiblemente cuando esté seco, y procurar usar cepillos con cerdas flexibles sin provocar tirones. Uno de los trucos de los expertos para no castigar aún más el cabello es empezar a peinar por las puntas e ir subiendo hacia la raíz.

En octubre:
Un tiempo ideal para plantearse que la alimentación influye muchísimo en el cabello. Por ejemplo, el atún y el salmón o frutos secos como nueces y almendras aportarán hidratación mientras que la fuerza se consigue con las lentejas, las espinacas y el arroz. Para ayudar a un crecimiento más rápido, los cereales integrales. El brillo está asegurado con el plátano, el tomate o el melón y, por el contrario, mejor no abusar de embutidos y bollería industrial que fomentan la caída y debilidad del pelo.

En noviembre: Tanto para cabellos lisos como rizados, el uso de un sérum siempre aportará brillo a los meses de invierno. Hay que aplicarlo con un buen masaje y preparar el cabello para lo que viene… las fiestas de nuevo.

En diciembre:
Hay que preparar el cabello para los peinados de las fiestas. La clave es protegerlo de las agresiones, hidratarlo y suavizarlo, pero sin que se apelmace. Si se opta por alisarlo, mejor llevarlo tres días y los otros dejarlo descansar para lucir una melena sana.

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