La Capilla Nuestra Señora de los Remedios, en la Zona Colonial, no sólo escuchó las oraciones de las familias acaudaladas que residieron en la isla tras la colonización, sino que también guarda mucha historia y secretos. Algunos de esos revelados en las placas que exhibe en su entrada; otros nunca serán descubiertos.

Como escondida entre antiguas y remodeladas edificaciones coloniales se encuentra la Capilla Nuestra Señora de los Remedios. Justo donde empieza la Calle Las Mercedes y termina la Calle Las Damas. Esta construcción que originalmente tuvo una motivación religiosa, mantiene sus puertas cerradas la mayor parte del tiempo, a pesar de que se realizan esporádicamente actividades artísticas en las que permite  a los visitantes descubrir su interior.

La obra que en 1554 fue construida por la familia Dávila pretendió ser un lugar de oración, sin embargo, desde sus inicios tuvo otras funciones como de ser una fachada discreta para el anexo militar que luego fue construido en la parte trasera.

Este adoratorio fue conocida por todos en sus inicios como “La Capilla de los Dávila” pero como la mayoría de las casas coloniales,  con el paso del tiempo la propiedad paso a distintas manos, de igual manera fue cambiando de nombre hasta que después de 1886 adquirió el nombre de la Capilla Nuestra Señora de los Remedios, en honor a la virgen de igual de la cual se exhibe su imagen en el altar del lugar.

Fue precisamente en 1886 cuando la capilla paso a manos de la iglesia católica, luego de que Doña Mercedes de la Rocha la regalara para celebrar el culto de la Virgen de la Altagracia, en momentos en que se construía la iglesia en honor a la mencionada virgen.

Los estragos del paso del tiempo y los enfrentamientos bélicos que se llevaron a cabo en los alrededores del lugar afectaron  la estructura, construida en ladrillos,  por esta razón fue reconstruida en 1872.

Otra costumbre de la época que se manifestó en la Capilla Nuestra Señora de los Remedios es servir de sepultura para grandes personalidades, en este caso son los restos de Don Juan Alejandro Acosta, un combatiente antihaitiano, los que reposan en este santuario colonial en Santo Domingo.

Otros Lugares para Visitar en la Zona Colonial de Santo Domingo:

Alcázar del Colón. La antigua residencia del virrey y gobernador Diego Colón es uno de los museos más visitados de Santo Domingo, y cuenta con una colección de muebles, obras de arte y tapices de la era colonial.

Museo de las Casa Reales. Esta enorme edificación colonial fue construida para albergar las oficinas administrativas de las colonias españolas en las Américas. Hoy en día, es un museo que muestra la historia y la cultura de los habitantes de la Española durante la época colonial.

Panteón Nacional. Este ejemplo de arquitectura neoclásica-renacentista fue originalmente una iglesia jesuita, pero ahora sirve como un mausoleo donde conservan los restos de algunos de los personajes más distinguidos del país.

Casa de Nicólas de Ovando. La antigua residencia del gobernador de la Española es un lujoso hotel que es popular con turístas dado su cercanía algunos de los sitios turísticos más destacados de la Ciudad Colonial.