La Bahía de las Águilas es uno de los lugares turísticos más hermosos con que cuenta la provincia Pedernales, República Dominicana. Forma parte del Parque Nacional Jaragua, y tiene una extensión de unos siete kilómetros de largo.

Bahía de las ÁguilasEn esta hermosa playa se conjuga la delicada arena blanca con el maravilloso azul del cielo despejado que hace juego perfecto con los tonos azulados de las aguas de este destino. Sus aguas tan claras que permiten fotografiar la sombra, son consideradas las más transparentes del país. No hay palmeras, ni sillones de playa que destruyan la virginidad de este paradisíaco lugar.

¿Cómo Llegar?

La divina creación está enclavada en el Parque Nacional Jaragua, entre Punta Chimanche y Punta Águilas. Rumbo a pedernales, justo 12 kilómetros antes de llegar a la ciudad, doblas hacia Cabo Rojo. Al llegar al pequeño poblado de Las Cuevas, famoso porque sus pocos habitantes viven en las cavernas de la zona –dicen que huyéndole al sol-, varios botes esperan a los visitantes que irán por mar hasta “Bahía”.

Bahía de las ÁguilasLos que decidan viajar por tierra deben hacerlo en un vehículo 4 x 4. Atravesar el paisaje del parque, entre matorrales y guazábaras, entre grises y verdes, es de por sí una aventura. Enormes cactus y arbustos bajos en los costados, tierra roja en el suelo y una franja azul que aparece a intervalos acompañan a los visitantes durante todo el trayecto. Por agua, el recorrido de unos 15 minutos se hace bordeando la costa. El bote se detiene, los pasajeros bajan. Ahí está Bahía, tan grande que los ojos no la pueden abarcar, confirmando por qué es considerada una de las playas más bellas del país.

Atractivos Ecológicos

Alrededor de la bahía, formando parte de los 1,374 kilómetros cuadrados del Parque Nacional Jaragua, se esconden unas 130 especies de aves de las que 10 son endémicas, 76 residentes y 47 migratorias.

En sus aguas abundan corales, estrellas de mar y praderas marinas. Es posible ver tortugas carey, iguana rinoceronte, paloma coronita, paloma ceniza, lambíes y manatíes. Plantas endémicas como la canelilla y el guanito conviven con el guayacán, el roble, el gayuco y la guazábara. Por su gran biodiversidad, el parque fue declarado por la Unesco Reserva de la Biosfera en el año 2002, junto con los parques Lago Enriquillo y Sierra de Bahoruco. Por tratarse de un área protegida, está prohibido acampar, hacer fogatas y dejar basuras en el lugar.